Por la Sierra de Loarre

Sábado 2 de junio de 2012

El Miércoles me llamaron mis amigos de Zaragoza Jesús y Javi, porque les venía bien quedar por Huesca o alrededores el sábado para hacer algo de btt, que ya la tenían olvidada con tanto puerto de la Ribagorza y tanto Pirineo francés. No hace falta irse tan lejos, que en la sierra de Guara hay de todo, bonitos paisajes, fuertes pendientes, castillos, fantasmas, etc...

Pues bien, quedamos el sábado a eso de las 3 de la tarde en el castillo de Loarre. Cuando salí de Huesca el termómetro del coche marcaba una temperatura de 35º C, casi nada la que estaba cayendo.

El recorrido era de unos 35 Km, llano y en bajada al principio, con una ascensión de 700 metros en la parte intermedia, y con una agradable bajada para terminar. Yo ya lo había hecho una vez, pero como no me acordaba muy bien de por dónde era ya que por allí es fácil perderse, me agencié un Garmin, que ya hace días que iba detrás de él, y que mejor ocasión para decidirme. Así que salimos sobre las tres y cuarto de la tarde, con un primer tramo en bajada por la carretera del castillo y luego giramos a la derecha para tomar una pista bastante buena que nos llevó al castillo de Marcuello.

Como no sabía de ninguna fuente por allí, fuimos bastante bien provistos de agua. Cada uno llevaba unos 3 litros, y no sobró ni una gota.

Los primeros kilómetros fueron los mejores, con las vistas del castillo de Marcuello y el mirador de los buitres, desde el que hay una maravillosa vista de los Mallos de Riglos.

 mirador con los buitres (quiero decir “de los buitres”)

Después de observar el paisaje y hacer unas cuantas fotos, continuamos el camino en dirección al Pantano de la Peña. Aquí la pista, aunque en bajada, era bastante mala, con un montón de piedras imposibles de esquivar.

Tras tomar un desvío a la derecha empezó la ascensión, por un camino serpenteante y unas curvas llenas de piedras que obligaban más de una vez a bajarse de la bici. Menos mal que había bastantes árboles y eso permitía resguardarte del sol que caía a cuchillo. Yo me fui quedando atrás, a mi marcha, ya que era imposible seguir el ritmo de Javi y Jesús. Pero como yo llevaba el GPS, no tenían más remedio que esperarme cuando había un cruce de caminos. Y precisamente en el cruce yo les dije: “es a la derecha, lo marca el GPS”, y tras 1 Km de ascensión veo en la pantalla del GPS que nos habíamos salido del trazado, es decir, que yo había metido la gamba.  A ver como se lo digo a estos...”bueno, creo que me he equivocado, era a la izquierda en el cruce. Es que aún no manejo muy bien este cacharro”. Menos mal que están fuertes y dos kilómetros más tampoco les supone nada. Asi que media vuelta, y a desandar lo andado durante 1 km.

A Javi, después de esto, aún le quedaban fuerzas para ponerse la bici de sombrero....

Seguimos subiendo por una pista más buena hasta un repetidor, y por fin todo bajada hasta el Castillo.

Una vez en el castillo Jesús nos invitó a unas Coca-Colas fresquitas que llevaba en su nevera portátil “Tu si que vales...”.

Espero que os gustara la vuelta, el paisaje y la compañía, pero eso si, otro día mejor madrugamos y quedamos a las 7 de la mañana, con el fresquito.

Un abrazo

Rafa.

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2412956